AYER TE VÍ (Cristina Rosenvinge & Nacho Vegas)

Ayer te ví en un metro de Noviciado, andando rápido y escuchando tu música. Poniendo poses a los viandantes con aires de estrella del rock, tus mismos pantalones vaqueros de hace tres años. Estabas contento y lo silbabas, canturreabas. Ayer te ví jugando a ser actor, soñando con cantar y bailando los secretos de tu dormitorio. Ayer te ví meláncolico, asexual. Te ví golpearte con sentido, martilleando tu carácter de quinceañero que busca la aprobación del malo del lugar. Ayer te ví, serio por fuera y revuelto por dentro, te vi súbdito formal con rebelde interior. Ayer te ví jugando a ser mayor, pasado de vueltas y fuera de lugar. Ayer te vi con más pelo, más fuerte y más rubio. Te ví hablar lo que no debías, de boca grande y cara ancha. Te ví más gordo y luego más delgado. Ayer te ví mientras empezabas a viajar por la Gran Vía, te ví más delgado, casi casi desparecer entre la gente, te ví perdido, te ví feliz y despreocupado, vestido fatal sin criterio alguno, todo un neo-moderno para ti. Te ví especial, y es lo único que sigo reconociendo en ti.

Ayer también te ví, más libre, menos gordo y más delgado, con menos pelo, con mucho sexo, te ví mejor, más libre y más listo, te ví como siempre. Estabas en un metro de Noviciado, en San Bernardo, en la Gran Vía, en Chueca y en Sol. Ayer te ví mientras viajabas en avión a Nueva York, te ví en Londres, París y Berlin. Te vuelvo a encontrar en Madrid, por ejemplo en un metro de Noviciado, muy feliz, encontrado, sin buscar y divertido. Ayer llevabas cresta, gomina, rizos, tazón, tacón y uniforme azul. Ayer te ví con cara de informático vicioso. Ayer te ví tan bien y te encontré tan cobarde como siempre. Ayer ví al Rey Esquivo, el que odia lo directo, al falso modesto de la palabra escrita. Ayer te ví tú, muy tú, ahí en ese metro de Noviciado paseando por el Madrid aburrido y prohibido.

Ayer te ví como perdido otra vez, con el pelo rapado, cobarde como gato en el agua, ayer te ví como Ayer. Moviéndote al ritmo de la música del impulso, sin discos, sin cintas ya.Ibas bailando tu música, escuchando la de los demás y te ví más fuerte, cada vez más fuerte. Te ví más comedido, ví la nueva cicatriz que asoma en la comisura de tus labios, la que dejaron los puntos de sutura. Te ví más guapo, como siempre más guapo, tan divertido y tan bien contigo. Seguro de la inseguridad de siempre. Ayer te ví huyendo de la lluvia, bebiéndote las gotas gordas de un canalón, abriendo los ojos abiertos a las gotas de los toldos, huyendo de la lluvia.

Y Hoy... Hoy ya no te ví al otro lado del espejo, porque te fuíste otra vez dejando colgado el cartel de "cerrado por obras".