I DON´T LIKE MONDAYS (The Boomtown Rats)

|


Cuando no tienes ganas de trabajar en el curro tendrían que dejarte marchar. Debería ser un derecho recogido y regulado en el Estatuto de los Trabajadores directamente, ni siquiera en los Convenios, sino directamente en el Estatuto de los Trabajadores.


Eso sería maximizar eficiencia y eficacia. Estar en un trabajo dos horas más, o incluso un día entero cuando no se tiene ganas de trabajar, no se debería permitir. No sirve de nada. Lo que sería de recibo es levantarte y decir: - me voy para casa, que hoy estoy muy cansado y no me concentro – y santas pascuas, aquí no ha pasado nada. Lo que no tiene argumentación ni fundamentación alguna es que en días como el de hoy, por rellenar horas esté aquí escribiendo el blog (menos mal que tengo esa distracción) sin poderme ir a mi casa a planchar, que es lo que me pide el cuerpo. Y es que lo de la esclavitud regulada, aquello que llaman trabajo, cada día me parece más feo e insoportable. Y para que no lo vea tan feo, sólo veo una solución, que me paguen no sólo más de lo que cobro actualmente sino, mucho, mucho, mucho. Si ganara más de 3.000 euros al mes, también estaría escribiendo este texto, pero con mucha menos desgana. Como ese no es el caso, pues lo hago diciendo que vaya asco y con la vista puesta en el despacho de los jefes, para que cuando se piren, como colegiales nos vayamos todos detrás, porque no me podéis negar que eso lo hace todo Dios en todas las provincias españolas desde Canarias al Planeta Murciano (http://www.planetamurciano.tk/).




El Tiempo es muy puñetero cuando estás pendiente de él. Si lo ignoras, las horas transcurren con normalidad, pero si lo observas el Tiempo pasa rápido o lento, contad de fastidiarte. Ahora mismo tengo la impresión de que se le han acabado las pilas a mi reloj, porque no es normal a la velocidad que va el segundero. Parece la Duquesa de Alba.

Si tuviera potestad para levantarme y decir que me piraba a casa ahora mismo, simplemente porque me apetece, me iría a casa, cogería una barra entera de chocolate y me la zamparía de una sentada. Me tumbaría un poco en el sofá, pondría la tele para crear ruido ambiente y dormitaría media hora. Luego bajaría al perro, me compraría una bolsa de patatas fritas, que no terminaría porque me cansaría, y volvería a subir a casa. Tal vez me prepararía algo muy grasoso, tipo frito, patatas y hamburguesa (creo que hoy me haré una hamburguesa) y me pondría una película que no terminaría de ver, me quedaría frito en el sofá y luego a la cama.

Si no estuviera tan cansado y aprovechara ese supuesto derecho a decir que no trabajas más cuando ya no te apetece, llamaría a mis amigos para tomarnos unas cervecitas por los malos barrios de Madrid, hasta que se me soltara bien la lengua y luego volvería echando las tripas sobre mi bici. Ahora mismo no llueve en Madrid, menos mal, porque esto parecía una franquicia de Noé.





El caso es que ni una ni la otra, la cosa será que me tendré que marchar cuando toque, para eso todavía queda una h.o.r.a.e.n.t.e.r.a., cogeré el tren, llegaré a mi casa o.t.r.a.h.o.r.a.e.n.t.e.r.a.m.á.s.t.a.r.d.e. y me esforzaré por sacar al perro (por no sacarle el culo por el balcón para que cague y mee desde el cuarto) y luego con trabajo me quitaré el traje, y con más trabajo aún colocaré algunas cosas de la casa. Si me quedan fuerzas, algo de cena y si no, un socorrido tazón de Cola-Cao, siempre que haya dado tiempo a hacer la compra, cosa que dudo. Y hasta mañana, a dormir mi estrella. Esta no es la vida que quiero llevar siempre. No quiero trabajar siempre así.

Tengo muchas inquietudes y fantasías que no me da tiempo a satisfacer y realizar en una sola vida y como todavía nadie me asegura que me vaya a reencarnar en alguien parecido a mi, pues me niego a trabajar, o por lo menos a hacerlo con gusto. Encima estoy en casa todavía sin Internet (y lo que te rondaré morena) con lo cual, estoy out de toda la música nueva y cosas de modernas que se cuecen por ahí. Si al menos tuviera tiempo para descargarme la HMagazine (www.hmagazine.es) Dios mío, cada día escribo más deprisa o el reloj cada vez va más lento. Sólo han pasado dos minutos desde que miré la hora al principio de este escrito. Ya he compartido cotidianeidad con vosotros. Ahora no sé que hacer para matar estos minutos que me quedan para ser libre. Odio estar en esta jaula, no sabéis cuánto lo odio.

Acabo de charlar unos minutos con una compañera que hay por aquí, que me resulta agradable. Sólo quedan quince minutos. Voy a escoger (a escondidas, eso sí) las fotos para adornar esta inocua entrada del blog y a escoger la canción que lo relacione….ah, ya sé cuál. Es obvia, pero el título le viene que ni pintado...Esta canción se escribió tras conocer Bob Geldof la noticia de un asesino de 16 años que lió a tiros en los EE.UU. Mató a dos adultos, hirió a más de una decena de niños y un par de policías, cuando lo detuvieron dijo que no se arrepentía de nada y que lo había hecho porque: “no me gustan los lunes”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LLEVO OYENDO ESTA CANCION MILES DE AÑOS EN SUS DIFERENTES VERSIONES Y SIEMPRE ME HA ENCANTADO Y HOY GRACAIS A TI SE LA HISTORIA,LO KE SE APRENDE CADA DIA QUE BARBARIDAD. POR CIERTO ME VOY A LEVANTAR Y ME VOY A IR A.........................TOMAR UN CAFE CON UNA COMPI

forbidden dijo...

el saber no ocupa lugar, ni la Wikipedia tampoco mona!