Hoy la cosa va de libros. Un libro grande, con pastas duras, una bonita portada y más de 1100 páginas. Así a granel, es atractivo. Si encima resulta ser la secuela de uno de los best-sellers más caros de la historia literaria moderna, todavía puede resultar más interesante conocer de él ¿O no?
Yo es que no soy de best-sellers, no son ansias por hacerme el modernuqui. Es que los mejores vendidos suelen en su gran mayoría tener alma de Gran Hermano de Telecinco (no el de “1984”) y yo por ahí no paso. Tampoco esta afirmación es postureo, es que la tele en su concepto contemporáneo me aburre y no me entretiene, y en esta negación de su concepto incluyo todo tipo de reality, sólo salvaría aquél que raya la absurdez y se acerca a los esperpentos de Valle-Inclán, como lo fue el brillante Hotel Glam.
A ver!.. que me pierdo en mi propia diatriba. Yo aquí he venido a hablar de mi libro, del que me estoy leyendo. Tal vez pueda parecer precipitado espetar al respetable una crítica y para más inri, una mala crítica sobre un libro que todavía no he terminado de leer (llevo más , pero me autorizo a críticar con lengua vipérina este MUNDO SIN FIN de Ken Follet, porque si Ken Follet se ríe de mi, pues yo acabo con su carrera literaria desde este blog. Así de claro. ¿Qué os parece exagerado? ¿Creéis que exagero al decir que puedo terminar con la carrera del Sr. Follet desde este modesto blog? Pues creo que estáis equivocados, se nota entonces que ni conocéis al Sr. Follet ni habéis leído su tonto libro.
El Sr. Follet es a la literatura, lo que Camela al mundo de la música. Y me congratulo por haber encontrado un paralelismo tan acertado. Allá en los comienzos de la carrera del grupo musical de Villaverde, me declaré fan incondicional de todas su casettes de gasolinera y no paré hasta acaparar todos los títulos existentes en este retro formato y hasta la primera edición de un disco suyo en formato cd. Son cosas de la edad y la afición como vino, se fue. Aún queda en mí un regustillo dulce y de añoranza por aquellas melodías de organillo y cabra que disfrutba en los veranos de un pueblo, pero eso es otro contar. Del mismo modo y casi de manera coétanea, fue un verano por mi cumpleaños que mis padres me regalaron los Pilares de la Tierra (supuesta primera parte de este “Mundo Sin Fin”), un escueto “Para mi hijo” rezaba en la dedicatoria. De pequeño ya demostraba mi pasión carnal por la lectura, pero reconozco sin pudor que este libro fue el que me hizo darme cuenta en mi adolescencia de lo mucho que disfrutaba leyendo, del mismo modo que la canción “Who´s That Girl” me certificó mi pasión por la tonadillera de Michigan, este libro certificó plenamente que pasaba de estar una tarde en el parque con los amigos y me ponía más perraco encerrarme en mis salón devorando las hojas de esa novela.
Con la edad abandoné la cabra y el organillo de Camela y la lectura anodina de los best-sellers (reconozco haber tropezado varias veces en la misma piedra…sí, lo reconozco, yo también leí “El Código da Vinci”), así que ahora ya talludito y entrado en carnes, cuando me enteré de que Follet publicaría la llamada segunda parte de sus “Pilares de la Tierra” ni pestañeé. Pero por carambolas de la vida, recibí el libro como un regalo, pero en su versión original, por lo que acepté leerlo y así practicar el inglés. Desde luego no me equivoqué, porque el libro giros poéticos, estilo literario y juegos de palabras, más bien poquito, vamos que le falta escribir: Hello I´m Muzzy!
Este libro tiene de segunda parte de aquél, lo que tuviera de continuación de Barrio Sésamo la película Días Contados porque salía Ruth Gabriel (enseñando almeja en remojo, dicho sea de paso).
Es todo un despropósito de más de 1.100 páginas, llena de estereotipos y aventuras previsibles. De hecho es una concatenación de situaciones sin ton ni son, no hay un hilo argumental en todo el libro, aquello de Inicio, desarrollo y desenlace se lo ha pasado el Sr. Follet por el forro de su santo pernil, y aquello se puede leer por capítulos sin tener que echar en falta las 500 páginas anteriores. Además alguien le ha debido decir al tipo este que los estereótipos están de moda y hala, bien de estereotipos, pero bien:
- ¿Una que la deja el novio? Pues que se meta a monja
- ¿Monjas? Pues a darse el palo sin ton ni son, pero así, a lo tonto
- ¿Monjes? Pues todos maricas y además malas.
- ¿Un enamorado de una monja que se casa con la mujer que no quiere? Pues nos cargamos a la mujer en un párrafo por culpa de la peste y arreglado, a buscar a la monja, monja que además se ha trajinado ya a medio convento…pero eso a Follet le da igual, la monja folla más que la Veneno en esta novela y además carne o pescado…viva la Pepa!
- ¿Un niño que se queda tomando sopita él solo en una taberna? Pues cinco día se debe pasar allí el muchacho hasta que se acuerda el autor de que se pasen a recogerlo, que digo yo que estará el niño de sopa ya hasta el coño.
- ¿Un rey y un noble? Déspota y violador
- ¿Una que es pobre? La volvemos rica
- ¿Uno que es bueno? Pues le matamos a toda la familia: padre, madre, hermano 1, hermano 2 , hermana y hasta el perro y además no le dejamos heredar y le quitan la casa…di que sí Follet, tú bien de pena, que eso vende.
Y así un sinfín de sandeces por no hablaros de los personajes que aparecen y desparecen por arte de magia a lo largo del librito de marras.
Todo un despropósito, un esfuerzo en vano, derroche de energía y una oda a la falta de imaginación. Lo mejor es que después de terminar el libraco éste en inglés sólo voy a saber decir “I´m bitcher than a nun”. ..teeeeela! Superecomendable
P.d.: También he de reconocer que ciertos pasajes del libro son muy emocionantes y divertidos. Algunos capitulos sí que recuerdan en intensidad a los Pilares de la Tierra, que no todo van a ser piedras sobre el tejado.
2 comentarios:
Un best seller no es un libro. Y Follet no es un escritor.
Sabes MM, tengo una amiga que gracias a mi ha conocido tu blog y gracias a ti, continúa leyendolo asiduamente. Siempre que hablamos del tema yo digo lo mismo "tu modo de expresión es muy certero"
Este comentario es fiel reflejo de eso que pienso.
Besote
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