ETERNAMENTE INOCENTE (Fangoria)

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Hoy me vuelvo a repetir en un tema de Fangoria porque es otro de los regalos que hicieron en este blog. ¿Recordáis? Solicité canciones en el cumpleaños del blog para que yo escribiera sobre ellas. Esta fue la solicitud de uno de vosotros: ROOM MATE, mi compañera de piso.


Me han tendido una trampa con esta petición. Me han obligado a escribir sobre algo que no quería publicar escrito aquí. Quien lo ha hecho, sabe de sobra que no existe para mi mayor suero de la verdad que la escritura y que lo que contengo en palabras se me sale por las huellas dactilares. Quién me ha tendido la trampa, quiere que escriba para saber la verdad. Quien me ha tendido la trampa lee este blog con asiduidad y está esperando el momento. Quien me ha tendido la trampa no es la única persona que espera al otro lado de la red, para deleitarse o gritar de mala hostia por lo que se publique en el blog. Hay más gente que espera atenta una muestra, que se preguntan con curiosidad cotilla si escribiré sobre el tema. Gente que quieren saber y conocer nuestras reacciones, la mía y la de la persona que me ha tendido la trampa. Pues el momento ha llegado. Pero no esperéis ni vísceras, ni sangre, ni miel, ni rosas. No pretendo ser políticamente correcto, ni me mojaré ni me meteré con los dos pies en el río para probar lo hondo que es. Sabed que Verdad sólo hay una, la que cada uno afirma conocer.

Resumo. Hace ya más de diez años, que conocí a una chica en un trabajo, pequeñita y mona, con mala hostia, ¿carácter? y una vida familiar por bandera. Yo por aquel entonces salía de mi propio capullo, entiéndase capullo como la máxima de las expresiones. Nos hicimos amigos, nos enganchamos (palabra clave en esa amistad) y nos vimos similitudes. Hasta ahí todo normal, los amigos tienen que conocerse, sentirse afines y disfrutar juntos. Muchos años después seguimos siendo amigos, muchos años después y algunas broncas después. Bueno, miento, no varias broncas después, sino la misma repetida, pero con distinta intensidad. Más de diez años después, de sentir cosas parecidas, de tener vidas paralelas, demasiado paralelas ¿tal vez? ¿a veces?.

El año pasado mi amiga y yo decidimos irnos a vivir juntos. Llegó la hora y la ocasión se presentó ideal, ella se marchaba de casa y yo buscaba con quién compartir. Encontramos una casa, ideal y barata por aquel entonces. A mí ahora se me antoja fea y destartalada, pero cualquier guerra afea una ciudad y lo que entonces fue un París de alcoba y velas, ahora es Kosovo con dos dormitorios.

La ilusión duró un año. Antes del verano todo se rompió. Las cuerdas se tensaron antes. Creo que unilateralmente, pero no diré de que lado, porque esa es la Verdad de cada uno. Si me preguntas qué pienso, a través de mis lentes pienso y veo que la relación mutó ¿por qué? Mil historias, mil circunstancias, vaya usted a saber o a preguntar a la parte que más le interese. Pienso que la fricción de la cercanía, que no de la convivencia, creó un capullo como de mariposa y la relación mutó. La relación, se hizo crisálida y nació un monstruo feo y lejano, que se alimentó de frío y desentendimiento.

Peores fueron los remedios que la enfermedad, como energúmenos catacumenizados por ese monstruo nacido de la crisálida, no supimos ni yo ni mi amiga (nótese que el yo va por delante) encender la calefacción para matar al monstruo, ya era tarde y el Alien no nos dejó sentarnos ni a hablar.

Los intentos terminaban a gritos, poses de manicomio, y chulería de Chamberí. Éramos nosotros mismos vistos desde fuera, diciéndonos lo feos que éramos, feísimos. Ella era gorda y horrorosa y yo feo y calvorota. Protagonistas del circo de los payasos. Siempre he ignorado a los payasos por aburridos, el circo que nunca me gustó. Ahora yo en la pista principal tirándole tartaletas a la cara a ella.

Tras la tormenta, calma forzada. Tras una noche de los cristales rotos, ella se fue de viaje lejos y volvió, lejos también. Yo la vi de vuelta y me entraron los nervios. Seguía viéndola fea. Creo que ella también a mí, sé que sí...

Parece que los más de diez años cerraban el telón. Tragedia greco-romana, protagonizada por los payasos de la tele. Lo peor de todo, la sensación de descanso, de ¡por fin! El monstruo se había hecho mayor.

Pero como en los cuentos de hadas en los que vivo por lo menos media hora cada día, una mañana tras jugar al escondite con el monstruo, conseguimos darle esquinazo y lo dormimos. Le envenenamos con palabras cálidas y nos hicimos con él. Mi amiga y yo hablamos y rebobinamos unos días: mucho tiempo, mucha edad y poco estómago para esta situación. Había que pararlo y dejar hibernar al monstruo. Del plan sólo una medida: La separación. Acordamos la misma solución que para arreglar una pareja: -No sé yo… eso nunca funciona, las parejas si se separan dejan de serlo. Eso es confundir solución con final. Craso doble error, desde sus lentes y desde las mías, no se pone solución de pareja a unos amigos, porque los amigos no son pareja, sólo son amigos. Esas son mis gafas. Sus gafas: Si los amigos no son pareja, tal vez funcione. Tal vez.

Hoy ya hemos partido bienes, ella tiene casa nueva y yo también. Me voy con mi novio a vivir y con ilusión, no vayáis a creer que aprovecho coyunturas (pero eso ya os lo cuento otro día).

En cuanto a ella, he de reconocer y me quito las gafas para ello, que si hoy seguimos hablando ha sido porque en los últimos días ha hecho cuanto realmente estaba en su mano para que la cosa no se terminara de joder ¿interés o no?, recalco que hablo sin gafas. Me da igual, no entiendo de economía, sólo sé que si me tocas la tecla respondo (por algo soy amigo de La Karaoke). Ahora el monstruo vuelve a estar en un capullo. Me vuelvo a poner las gafas. Yo lo veo de color de rosa. Tal vez cuando vuelva a abrirse encontraremos ese cuadro de los Strokes que nunca llegó a colgar en nuestro salón. Tal vez el capullo se pinte de los colores de los que nunca pintamos nuestro piso.

Por el momento mi amiga y yo hemos vencido esta guerra bidireccional, hemos aguantado el tipo y hemos conseguido salir airosos con las gafas intactas, y eso amiga es mucho, porque para sentir, antes hay que ver.
Besos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

no recuerdo bien la letra de la cancion, no se porque te la pidio room mate, no se si habia trampa o no, curiosidad por leerlo sí, y una vez hecho , ..................confuso pero imagino que a buen entendedor pocas palabras bastan.
Me quedo con el parrafo del final y de verdad que me gustaria que el capullo creciera de nuevo pero con mariposa no con alien.
besos forbbiden te voy a echar de menos.

forbidden dijo...

A tu vuelta te esperarán miles de textos para tu hora del café.

Gracias. Ha costado parir este texto mucho.

Anónimo dijo...

Trampa?? No. Era una necesidad, una liberación...supongo que esperaba oir de tu boca algo más que lo que dijiste la noche de los cristales rotos...esas palabras me han marcado mucho, lo suficiente para no olvidarlas, aunque sí perdonarlas...
No sé si obvias detalles que para mi son trascendentales, pero ya da igual, nada de esto importa...
Lo importante es que seguimos avanzando, cada uno por su lado, pero demasiado próximos para ignorar todo lo que nos unió.
Supongo que yo también debería liberarme, pero no merece la pena, es mejor ignorar y seguir viviendo...
Por mi todo está bien, sigo queriendote y disfrutando de los, ya cada vez menos frecuentes, momentos que vivimos juntos.
Muchísma suerte en tu nueva etapa.

forbidden dijo...

Chica, parece una despedida tu comentario, . Oye, se me ocurre una idea, porque no escribes una colaboración para el blog??!
Yo también sigo disfrutando de los dos.

Anónimo dijo...

que noooooooooooo, que no es una despedida, es q estoy un poco borracha y no sé lo q digo...
me he puesto un poquito seria, pero nooooo....

forbidden dijo...

pelea de gatas v.2!