Que sí, que ya lo sé, que esa canción no es de REM sino de la iguana coja de Iggy Pop, pero en el concierto que anoche ejecutaron el trío de Georgia en Madrid, se marcaron una versión del clásico en cuestión para cerrar un concierto que resultó ser muy clásico tanto en contenido, como en forma.
Lo que viene a continuación es una crónica de cómo viví la noche en que por fin escuché Losing my Religion:
Compré la entrada para ver a los R.E.M. como autoregalo de este año por mi cumpleaños, hace ya unos cuatro meses. Tarea dificil ésta la de conseguir las entradas, no porque se agotaran, ya que el lleno de ayer del recinto fue un lleno técnico, pero no real, entradas todavía quedaban ayer a la venta, pero el recinto presentaba un aspecto de lleno total. La dificultad en conseguir las entradas fue por un baile de fechas en cuánto al momento anunciado en que se pondrían a la venta y el lugar indicado para celebrar el concierto, que en un principio se apuntaba en la plaza de Toros de Vistalegre (en la que la música suena a lata de conservas). Finalmente la Plaza de Toros de las Ventas en Madrid fue el sitio elegido. Odio ese sitio para conciertos porque no venden alcohol, sí..soy muy Sue Ellen y un poco vinagre, lo reconozco, pero es que una cervecita tras otra , canción tras canción, pues cómo que ayuda a entender mejor las partituras.
A mi llegada al ruedo taurino, dos sorpresa y media: 1º.- que ya venden alcohol en las Ventas y habían instalado barras y contratado a doscientos "mochilaman" de los típicos que se ven en los festivales (así que olvidaros de los que decía más arriba de las Ventas) 2º.- que yo era el más tonto del lugar porque llegué sin un sólo céntimo en el bolsillo al concierto así que me daba lo mismo que vendieran cerveza que chocolate con churros. Y 1/2 sorpresa fue que los teloneros ya habían comenzado (porque llegué pelín tarde) su enérgico concierto que a la gente interesaba más bien poco. Tol mundo comentando y de cháchara en corrillos mientros los WE ARE SSCINTISTTETSSG estos o como se pronuncie (su puta madre qué dificil) se dejaban el pellejo para agradar a un respetable que se preocupaba más que nada en localizar a la gente con la que habían quedado por allí. Así en vez de oír las canciones tatareadas, entre el público se oía: Javiiii, qué tengo levantao el minis...no me vessssss??? Antoña, mira qué levanto el móvil, justo al lado de uno de rojo, que tiene la raya en medio, delante de la luz de la izquierda donde el anuncio de Movistar, tíaaaa....si me tienes que ver (claro cómo nadie tiene la misma idea que tú.!)
Total, que cuando entré en el recinto los SCIENTIST estaban currándose en escena el tema por el que se dieron a conocer (o por lo menos el que más repercusión tuvo en nuestro país) Nobody move, nobody get hurt de su primer álbum "with love and squalor", y ellos mismos fueron disfrutando de un concierto que con esfuerzo también disfrutó la gente que les miraba.
Unas gracietas en español, cuatro saltos, buen sonido y como guest star: Peter Buck (guitarrista de los REM), que se subió al escenario con los chicos científicos para arroparles en uno de sus mejores temas, After hours, que se incluye como uno de los cortes más sobresalientes de su último album "brain thrust mastery". Y es que la de anoche fue la última actuación de los Scientist como teloneros de REM.
Durante el intervalo entre teloneros y estrellas, allí estaba yo plantificado en mitad del ruedo, sólo como un abanto (sí fuí sólo solito solo...no encontré amignos ni conocidos que quisieran pagar los 50 euriales de la entrada pa ver a los REM), así que pude realizar un estudio sociológico sobre el público, a saber: Mayores de treinta, algunos pasados los 40, tres grupos de maricas, dos grupos de osetes (éstos no se pierden ni una, en todos los conciertos hay un grupo de osos), mucho chico rollo poppy, pocas parejas, y mucho hijo de puta fumador. Señores fumadores vayanse a tomar por culo!! son una panda de impresentables, por momentos aquello parecía una sauna, qué asco por Dios...si es que me fumé a la fuerza tres paquetes del tirón!! parecía que la gente fumaba de tres en tres los pitillos, como los Gremlins.
Escogí como compañeros de concierto a una pareja de chicos que se estaban dando el palo constantemente, rollo gafapasta y allí que me arrime, me plantifiqué entre ellos y los osos. Por aquello de la costumbre.
Con veinte minutos de retraso empezó el concierto. El primer trallazo no fue musical sino de admiración absoluta al descubrir el carisma, el arte y lo TOTAL que resulta Michael Stipe sobre las tablas. Desde ya! lo subo a mi Olimpo personal de los Tres Divos junto a Morrisey y Dave Gahan. Aguantó estoicamente como un Hércules teatral el peso del concierto sobre su escuchimizado cuerpo, se movía como una culebra, con estilo, con ritmo, rebosaba simpatía por cada uno de los crateres de su cara, todo arte, hay gente que es artista, Michael Stipe lo es y de los grandes. Una música como de circo servía de presentación para los REM que ataviados con traje, con gorro a lo cowboy, con sombrero de crooner americano y cada uno a lo suyo atacaron una de las canciones de su último album ACCELERATE para enseguida dar paso a la estupenda: What´s the frequency kenneth, primer delirio colectivo, aún cuando la música estaba un poco baja (se podía oír a la gente chismorrear). El disfrute colectivo del concierto era evidente, si salvamos que en la actualidad la gente paga auténticas cantidades de euros por una entrada a conciertos en los que luego nadie se mueve ¿es una moda o qué? Allí dábamos botes cuatro monos, el resto hacía yuhuuuss y palmas, pero los pies en el suelo.
REM demostraron que son músicos y auténticos, más de dos horas de concierto en el que sonaron pocos hits y aún así el público se los comía a vítores. Stipe se bajó en tres o cuatro ocasiones a hacerse fotos con el respetable (aprende Madonna), fue ya en los bises cuando la plaza de Ventas al completo entera se desgañitó a los gritos de TORERO, TORERO a la Stipe, lo que propició un recuerdo desde el escenario para Miguel Bosé (su amigo íntimo).
Considero una de las mejores canciones de todos los tiempos el Losing my religion, y un capítulo significativo de mi adolescencia gira en torno a esta canción (pero no penséis en nada trascendental). Es desconcertante y hermoso a la vez ver como los REM la ejecutan como quien se rasca donde le pica, se nota el hastío y su falta de entusiasmo, de hecho las caras de Stipe de "aquí la tenéis" eran más que evidentes y aprovechó el momento karaoke para pasearse entre el público una vez más. Yo tenía lágrimas en los ojos. Momentazo...life is bigger than you...
Gracias REM por mantenerla en el repertorio y demostrar que las concesiones al pasado no siempre son injustificadas. (aprende Fangoria)
La magia del concierto de rock que ayer dieron residía en que sin apenas hits, con temas de sus primeros y desconocidos álbumes para paganos de su discografía como yo, vibráramos con la electricidad de las composiciones de REM, aún cuando eran canciones que oía por primera vez como la potita potita She just wants to be. Entre los hitazos Bad day y su Man on the Moon con la que cerraron las más de dos horas de éxitos de REM, nos colaron una lección de música, de la buena, sin artificios, sin taconazos y con inmediación. Toda una noche de rock. Rock de los comienzos del rock, del rock de REM, del rock de su último disco.
El adiós se alargó tras Man on the moon, con una "decaf version" del I wanna be your dog de Iggy Pop, al más puro estilo Fangoria-Nancys, junto con los teloneros We are Scientist llamados a escena en divina comunión.
Michael, i just wanna be your dog!! A partir de ahora a los REM los hablaré de usted. Plas, plas, plas..!!
P.d.: Si quéis leer una crítica bastante más certera sobre el concierto, pinchad sobre el título de la entrada que os llevara a la que se ha publicado esta mañana en el diario ELPAIS.
5 comentarios:
En el Planeta el fracaso de público fue evidente ( unas dos mil personas pa REM....Puff), pero a final de mes, en Martes y a ese precio, lo comprendo perfectamente. ¿ No notó usted el volumen pelín flojo? Porke yo sí.
sí, sí...volumen flojo, sobre todo al comienzo del chou. Luego lo arreglaron. Pero por memoentos tuve la impresión de que los teloneros tuvieron mejor sonido que los REM
Gracias forbidden, siempre m han gustado REM pero no tanto como para ir a verlos, con tú crónica comentarios y recomendaciones, parece q estuve allí.
REM, otra banda más que forman parte del selecto grupo de los "sobrevalorados". Aburren y me parece una aberración pagar ese dineral para ver esos granjeros viejunos venidos a más. ¿Cúando la iguana hará una versión de los REM para terminar su "chou"? Nunca .... es cuestión de clase.
I wanna piss your dog, lamentablemente.
GALP, no son un grupo con el que me tiro de los pelos. Y enfrentarme a su discografía me da pereza, pero en concierto son músicos de verdad. La iguana tiene tanto de artista como poco de música.
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